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Siete Apuntes para "La Galería" 

un trabajo de María Gabler en la Sala CCU

  

1. Lugar de ese trabajo es propiamente el lugar en que ese trabajo se halla: una Sala de Arte.

Allí, por un túnel, pasillo y pasadizo de madera prensada, 

suben y bajan a tientas los que suben y bajan.

No son los mismos. 

Los que suben esperan.

Los que bajan tienen las manos vacías.

Los ojos huecos. 

 

2. Quienes suben por el túnel pasillo y pasadizo hasta su límite, ojean. 

¿O son ojeados por una Sala de Arte vacía?

 

3  ¿O lo que se puede ver desde ese límite está fuera de alcance y fuera de sí? 

 

4. ¿O el trabajo de María Gabler es un acto de prestidigitación expresamente fallido  y logrado que busca la decepción de quienes retornan desde el túnel, pasillo y pasadizo? 

 

5. ¿O es la Sala CCU un objeto encontrado que no puede encontrarse?

 

6. El trabajo de María Gabler se presenta para 

vivir sólo un instante. 

¿El abrir y cerrar de ojos de quienes llegan al límite del túnel, pasillo y pasadizo de madera prensada?

 

7. Ese límite, una Sala de Arte vaciada de su pretérito,  y un túnel, pasadizo y pasillo de madera prensada, cristalizan en el trabajo de María Gabler al engendrarse recíprocamente.

 

Eugenio Dittborn

 

 

 

 

La escala ambigua entre el arte y la arquitectura es la que instrumentaliza la artista María Gabler, revisitando en su trayectoria problemas arquitectónicos fundamentales, como la “fachada”, la “ruina”, el “mirador”, el “cielo”, la “columna”, la “escalera”. Esta vez nos ofrece “la galería”, palabra que por un lado refiere a una noción material - la de un pórtico perimetral o pasillo cubierto y estrecho a lo largo de una pared (SXIV), pero por otro a una programática, la de un edificio para albergar arte, para la exhibición de una colección de obras (SXVI).

 

La operación que María recrea es la de redibujar el perímetro de la galería con una galería, recreando su versión material para llegar finalmente a un vacío programático en donde el ‘arquetipo arquitectónico’ y la ‘colección de obras’ de arte se superponen en un solo gesto. Categorías convencionales, como espacio y muestra, contenedor y contenido son sutilmente subvertidas. Terminando el recorrido por el túnel oscuro que repite las paredes de la sala, Gabler revela su doble jugada: el visitante es capaz de observar por primera vez y en simultáneo la galería por la que circuló, y la galería vacía en su centro.

Alejandra Celedón

Arquitecto/ Magister en Estudios de Arquitectura Avanzada/

Doctora en Arquitectura por la Architectural Association School of Architecture

 

 

 

 

“La Galería”, de María Gabler, me propone algunas intertextualidades. Lao Tse, en su poema XI del Tao Te King, dice:

“Se horadan puertas y ventanas para hacer una habitación, pero es de su vacío que depende la utilidad de la habitación”.

Iluminación del no-ser. Oscuro corredor-camino hacia; túnel en espiral mística en cuyo final se vislumbra la luz; lugar de transición, de pasaje, en donde el vacío llena de sentido el ser externo (final o inicio del espectáculo), ofreciendo una proyección sobre el mundo y sobre sí mismo. ¿Acaso no es eso una galería?

Juan Carlos Palazuelos M.

Lingüista/ Doctor en Filosofía y Letras

 

 

 

 

Una lista de ideas y ejercicios que se me vienen a la cabeza pensando en el trabajo de María Gabler:

Entender el espacio como un objeto que se habita a sí mismo;

concentrarse en la experiencia de dar vuelta el espacio como quien da vuelta un calcetín;

imaginar el trabajo como una conexión entre dos países;

construir un deja-vù con madera, perfiles y tornillos;

caer en un hoyo negro;

resucitar;

reconstruir la experiencia de despertar en una habitación desconocida;

deletrear la expresión vaso comunicante;

salir por donde se entró aún después de haber presenciado una utopía; 

volver a ver el Día de la Marmota; 

Ouroboros, la serpiente que devora su cola.

Pablo Rivera

Artista Visual

 

 

 

 

Existe –más allá de lo velado por la inmediatez del momento- un lugar donde puede comprenderse el ser ya no desde un interior, sino desde el centro: en un mirador dos veces oculto.

Erich Von Bischoffhausen

Psicólogo Clínico/ Magister en Ciencias Biomédicas/ Doctor (c) en Neurociencia

 

 

 

 

La Sentencia de La Galería

Esto no lo digo en el sentido que lo hizo Heráclito,

que no entramos dos veces al mismo rio:

El astista que sube ese mirador y ve el descampado,

no habrá de ser el mismo que baja.

Se le ha permitido ver lo que siempre se repite:

un lugar, su ceremonia, las minucias pasajeras.

Es lo que era su momento de gloria,

pero esta vez, el vacío es también literal.

 

Felipe Cooper

Artista Visual

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